¿Cómo tomar mejores decisiones?
¿Cómo tomar mejores decisiones?
¿Te has preguntado si estás tomando las decisiones correctas? Te has preguntado si las decisiones que estás tomando por y para tu familia son las mejores?
Como hombres solemos asumir que con tener buenas intenciones es suficiente para decidir el plan de acción a tomar. Lo cual en, sí mismo, es absurdo. Tomar decisiones, aunque lo hacemos a diario, requiere de mucho más que meras buenas intenciones.
Decidir algo implica que entendemos el problema delante de nosotros, construimos los pasos que deben de seguirse para resolver el problema, tenemos un agarre firme de las implicaciones que pueden presentarse luego de actuar o en el proceso, y al final, creemos que dicha decisión no es incongruente con nuestros valores y principios.
Este proceso se repite con cada decisión, desde qué camisa nos vamos a poner hasta cómo debo tratar a mi esposa luego de cierto comentario.
Todo en nuestra vida está atado a nuestras decisiones.
No existe excepción alguna. Tu salud depende de tus decisiones. Tus finanzas también; tus relaciones, tu felicidad, tu carácter, tus días. TODO en tu vida es un simple reflejo de las decisiones que has tomado en el pasado y de las que tomas a diario.
Por lo tanto, no podemos tomarnos esto a la ligera y hacer lo que hace el resto: esperar al momento de tomar una decisión y simplemente tomarla. Creo que todos podemos entender que, aunque este método es popular, no es la mejor opción. Esta es la razón por la cual borrachos manejan y parejas pelean. No piensan antes de tomar una decisión. En especial, decisiones de suma importancia (al final de este artículo de te dejé un documento que te ayudará a saber qué debes hacer antes de tomar una decisión importante).
El problema yace en el siguiente dilema, ¿cómo saber que estás tomando las mejores decisiones cuando sólo puedes enterarte que sí lo hiciste al ver el resultado positivo de lo que decidiste?
Sólo el resultado favorable o esperado nos puede informar de si nuestra decisión fue acercada o no. Antes de esto, estamos a la espera. Inclusive si usamos nuestra mayor capacidad y juicio, todavía, sólo sabremos si la decisión fue buena al final, cuando ya la hayamos tomado.
Entonces, ¿qué podemos hacer para tomar mejores decisiones si no podemos conocer el resultado de antemano?
Sencillo.
Podemos encargarnos de preparar el terreno para que dicha decisión sea tomada en las mejores circunstancias posibles.
Verás, toda decisión tiene un comienzo y un final. El final, claro está, es el resultado, lo que esperas que ocurra. Lamentablemente, no tienes control total sobre este. Sin embargo, sí tienes absoluto control del comienzo.
Toda decisión comienza contigo. Tiene sentido cuando lo piensas por un segundo. Solemos pensar o sentir que la gran mayoría de las decisiones que tomamos dependen de lo que nos ocurre o del ambiente en el que nos encontremos pero esto no es verdad.
Toda decisión comienza contigo. Punto. Es tu decisión, de nadie más. Sólo tú la puedes tomar. Si no lo haces, nada ocurrirá, no importa en que situación te encuentres.
Entendiendo este concepto, ¿en qué debemos enfocarnos antes de tomar una decisión?
Exacto, ¡en nosotros! ¡En ti!, para ser más especifico.
No debes enfocarte en la situación, circunstancias, implicaciones, tensiones, etc. Al final, estos son sólo factores que debes tomar en consideración a la hora de tomar una decisión, pero estos no deben interferir, ni mucho menos, decidir por ti.
Tienes que entender esto: si tú no estás bien y en completo control de ti, tus decisiones no serán las correctas. Por esto es que los hombres se la viven peleando con otros por casi cualquier razón. No están centrados, por lo tanto reaccionan con decisiones idiotas. Tenemos hombres que insultan a sus esposas. No están bien consigo mismos, así que deciden ser patanes. Hombres que pierden su trabajo por no hacer lo que deberían, cuando tenían la capacidad de hacerlo, pero tomaron la decisión correcta.
Tenemos que organizar nuestro ser antes de tratar de exteriorizar nuestras decisiones.
Esto sólo se logra trabajando en ti y dominando todas las áreas importantes de tu vida, porque si una de ellas está fallando, entonces no te encuentras en control de ti mismo, lo que no te impide tomar buenas decisiones.
Si tu salud no está en orden. No estás en control. Si tu mente, espíritu o relaciones no están donde deberían, no estás en tus cabales. Si tus finanzas son un problema, tu cabeza no tiene la capacidad de decidir correctamente. Es por esto que tenemos 5 Pilares de Desarrollo. Los cinco son importantes y necesarios. Todos se complementan y afectan tu vida de manera positiva o negativa.
Entonces, Caballero, antes de tomar cualquier decisión, recuerda que lo primero que tienes que hacer es estar en completo dominio de tu vida, estar centrado al 100% para que así, las acciones que tomes, sean las mejores posibles.
Además de esto, aquí te dejo un documento exclusivo que te servirá para saber cuales son las cinco cosas que debes hacer antes de tomar una decisión importante. Consíguelo aquí “5 Cosas que debes hacer antes de tomar una decisión importante“.
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